viernes, 14 de agosto de 2020

Cosas que debes saber antes de ser Au Pair || Mi experiencia como Au Pair - 2ª parte.

 Esta es la segunda parte de un post que publiqué ayer en mi blog. Si no lo habéis leído, podéis echarle un vistazo aquí.

Si habéis leído la primera parte de mi experiencia, os acordaréis de que conocí a mi nueva familia (en realidad, solo a los padres), en un Starbucks. Allí, hablamos sobre lo que ellos esperaban de mi y por qué las cosas no habían funcionado con mi anterior familia. Creo que aquí se formó el principio de nuestros posteriores malentendidos. Ellos necesitaban realmente y con urgencia una Au Pair, y tenían miedo que a raíz de lo que yo había vivido anteriormente, un día me cansara y me fuera. Es decir, que no confiaban plenamente en que yo me quedase allí con ellos. Esto llevó a que muchas veces no fueran del todo sinceros conmigo por miedo a que me enfadase y me fuera, aunque todo esto estaba solo en sus mentes, no en la mía. Yo realmente quería quedarme allí.

Yo aún no tenía todo el papeleo hecho que necesitaba para ir a trabajar con ellos, así que quedamos en que yo los visitaría un día de la semana para conocer su casa y a sus hijos, y al mismo tiempo, iría haciendo todas las cosas que me quedaban por hacer antes de empezar a vivir con ellos. 

Así, unos días más tarde, conocí a sus hijos, que me parecieron de lo más agradable y también me enseñaron su casa. Era una casa fantástica, muy grande, donde tenía la opción de elegir la habitación que quisiera, ambas con baño privado incluido. Yo elegí la del sótano para tener más privacidad, ya que si hubiera elegido la otra, habría estado viviendo en medio de las tres habitaciones de los niños. 

Una vez tuve todos los papeles necesarios, empecé a trabajar con ellos. Primero, los abuelos me entrenaron y me acompañaban en todas mis tareas, y después por mi cuenta. 

Tengo que decir que la familia en sí, era maravillosa. Ellos querían que todo funcionase. No tenían problema en incluirme en un montón de actividades, me invitaban al cine, a cenar y a comer, a veces, incluso sin los niños. Querían que fuera una amiga de la familia. Sin embargo, mezclar amigos y empleados no siempre sale bien.

Aquí os cuento algunas cosas -negativas- que deberías saber si estás pensando en irte de Au Pair 

No sabrás cuándo estás trabajando y cuándo no

Probablemente todas las Au Pairs coincidamos en este punto. No importa cómo de oficial sea el contrato que has firmado con tu familia, no importa como de claro hayáis dejado las tareas que tienes que desempeñar y en qué horarios, nunca vas a saber si tu familia espera de ti que estés trabajando o no. 
O mejor dicho, sí que lo sabrás... ellos esperan que estés "trabajando" las 24 horas del día, o al menos, mientras los niños estén despiertos. 
La razón es sencilla: ellos piensan que entretener a los niños con miles de actividades y limpiar todo lo que ensucian no es trabajar, sino que es "comportarse como una hermana mayor". Pero la realidad es distinta, una hermana mayor puede estar leyendo tranquilamente en el sofá mientras los niños ven la tele, una Au Pair no puede, porque entonces los padres pensarán que no haces nada, y que los niños se pasan el día en frente de la tele todo el día por tu culpa (como ellos me dijeron a mi una vez).

Habrás terminado tus horas de trabajo establecidas en el horario y te apetece irte a tu habitación a no hacer nada, pero te sentirás mal si lo haces, porque ellos están esperando de ti que hagas más. Se genera una situación de incomodidad tremenda. Y si sois como yo, vais a considerarlo como una violación a vuestra libertad que os sacará de vuestras casillas.

¿Horas extra? Ni te molestes en contarlas, no las vas a cobrar

De nuevo da igual si habéis establecido un precio para las horas extras en el contrato o no. No os van a pagar nada, porque ellos no consideran que estéis trabajando más de la cuenta, sino que estáis siendo "hermanas mayores". Yo esto nunca lo entendí. 
Muchas veces tendrás que cuidar de los niños si se ponen malos y no pueden ir al colegio, o por alguna otra razón, pero nadie mencionará nada sobre horas extras. No importa que tú tuvieras otros planes o que hayas tenido que parar tu vida para eso. Les da igual, y una vez es comprensible, pero cuando es tres y cuatro y cinco, empiezas a molestarte. Especialmente, porque como ya he dicho, esperan que estés todo el día limpiando lo que el niño ensucia, y entreteniéndolo con diferentes actividades que requieren un gran esfuerzo. Esto a veces es imposible, porque no puedes dejar al niño solo viendo la tele, pero al mismo tiempo tienes que estar preparándole la comida y haciendo la colada, y limpiando todo para que cuando los padres vuelvan a casa se encuentren todo perfecto.
No somos supernannies.

Lo mismo pasa con los fines de semana que normalmente dicen que "son para ti". Lo que hacía yo era irme con mis amigos todo el fin de semana y volver el domingo por la noche cuando los niños ya se habían acostado, porque si no, me hacían trabajar, aunque fuera de manera muy light. Tuve que recurrir a esto porque la situación ya empezaba a cansarme, y al cabo de un tiempo haciendo esto, mi familia se empezó a mosquear... y yo me pregunto ¿por qué? Pues porque realmente, ellos no esperan que no trabajes el fin de semana. Ellos quieren que estés allí limpiando y cocinando.

Si nos pagaran las horas extra... seríamos de oro. ¿Quién está conmigo? 


Falta de libertad

Este punto se relaciona mucho con el primer punto de no saber cuándo estás trabajando. Habrá momentos en los que, por ejemplo, no te apetezca hablar porque estás cansada o has tenido un día malo. No importa, porque tendrás que entablar conversación con tus padres de acogida, cuando lo que te apetece es irte a leer un libro tranquilamente a tu habitación. Esto puede que no le moleste a todo el mundo, pero a alguien como yo que valora muchísimo su tiempo personal, esto me estaba matando por dentro. Sentía como que estaba perdiendo el tiempo muchísimo y me estresaba.


Otras veces querrás ir a la cocina a comer algo, pero sabes que ellos están allí.
 
Tú vives allí, pero nunca sentirás la comodidad de estar en tu casa, y no te apetece manipular los instrumentos de cocina y su comida mientras ellos están presentes, así que tendrás que esperar pacientemente en tu habitación hasta que se vayan, para poder coger algún snack. Y esto de nuevo, es una pérdida de tiempo, en la que solo estás pensando cuánto te gustaría comer algo en ese momento. 


La culpa siempre será tuya

Si tienes la mala suerte de caer con unos niños que no son buenos, te estarán faltando al respeto constantemente. Te cansarás de oír frases como: a ti no te hago caso, tú no eres mi madre, tú no me mandas, etc. Y cuando no puedes cumplir con tus obligaciones porque los niños te mienten, o no te hacen caso, entonces la madre irá a pedirte responsabilidades. No importa cuánto hayas intentando que las cosas funcionasen y no importa todas las cosas positivas que hayas hecho por ellos y conseguido. Ellos solo verán aquello en lo que no has estado tan bien como esperaban.

Tendrás que lidiar con cosas desagradables

Desagradable pueden ser muchas cosas. Si estás en una familia con niños pequeños, tendrás que lidiar con pañales, vómitos, desastres que hagan en el baño, etc. Y si tu familia tiene hijos más mayores (como era mi caso), y tienes la mala suerte de que no son muy buenos, tendrás que lidiar con otro tipo de cosas desagradables. En mi caso, tuve que escuchar bastantes amenazas de parte de la más mayor, patadas en el estómago del más pequeño, rabietas en medio de una biblioteca pública, guantazos, e incluso una vez uno de ellos me tiró una silla a la cara que acabó rompiendo. En estos momentos, lo único que quieres es llorar y volver a tu casa, pero claro, no puedes. 



Los niños ensuciaban a propósito, tirando cáscaras de plátano al suelo, yogures, etc... simplemente porque sabían que yo lo tendría que limpiar, y esa era su manera de fastidiarme. Y claro, tú no te puedes chivar a sus padres, no tiene sentido, porque entonces te verían como una cría y no como una profesional.

Aunque también tengo que decir que mis niños eran muy muy revoltosos. Gritaban y pegaban a los padres sin piedad ninguna, y admitámoslo, también estaban muy mimados, pues era una familia bastante adinerada.








Hasta aquí voy a dejar el tema de cosas negativas, porque tampoco quiero ser muy pesimista y trasmitir malas vibraciones. No pretendo chafar el sueño de nadie, solo son cosas que a mí me habría gustado saber antes de irme, o que en realidad, sí había escuchado, pero quería ignorar. De todas formas, no todo fue tan malo, y os contaré las cosas buenas también próximamente. 

¿Tenéis preguntas? Deja tu comentario y te leeré.


jueves, 13 de agosto de 2020

Cosas que debes saber antes de ser Au Pair || Mi experiencia como Au Pair - 1ª parte

¿Te llama la atención la idea de irte de Au Pair al extranjero, pero al mismo tiempo tienes miles de dudas? Entonces, quizás esto te pueda interesar. En la publicación de hoy, os cuento mi experiencia como Au Pair a más de 6000km de casa. 

Mi historia

Estaba terminando mi carrera en la universidad cuando empecé a darme cuenta de que la idea de ponerme a estudiar un Master nada más acabar no me apetecía en absoluto. Del mismo modo, tampoco quería ponerme a buscar trabajo en España, porque estaba un poco saturada y harta después del trabajo de fin de grado. Fue entonces cuando decidí echar una beca para trabajar como auxiliar de conversación en un colegio de Alemania (si queréis más info sobre esto, déjamelo en los comentarios). La idea de irme a vivir a Alemania un año y perfeccionar el alemán me resultaba bastante llamativa, sin embargo, cuando ya lo tenía todo listo, empezaron a asaltarme las dudas. La ciudad que me dieron para irme a trabajar no me convencía del todo y pensé que me sentiría sola en una ciudad tan pequeña y aislada de la civilización.

Nunca llegué a descartar la opción de irme a trabajar a esa ciudad alemana, pero al mismo tiempo empecé a buscar segundas opciones. Me abrí una cuenta en la página web Aupairworld.com, creé mi perfil y empecé a buscar familias interesadas en encontrar una chica Au Pair en diferentes países del mundo: Alemania, Noruega, Francia, Canadá, Estados Unidos...

Yo tenía amigos en Norteamérica, y la idea de irme un año a un país lejano y totalmente diferente de lo que estaba acostumbrada me gustaba cada vez más. Empecé a buscar familias en todas las regiones de Canadá y a aprender un poco el proceso para poder convertirme en Au Pair. Hice muchísimas entrevistas por Skype, con familias que me gustaban más y con familias que me gustaban menos, y solicité un visa de trabajo para Canadá y otro para los Estados Unidos. 
Finalmente, me aprobaron el visado para trabajar en Canadá (después de mucho papeleo y viajes a la capital) y ahí estaba yo, concretando con las familias que más me interesaban. 
Mi familia favorita decidió quedarse con otra chica a la que también habían entrevistado y me sentí profundamente decepcionada. Sin embargo, esta misma familia me puso en contacto con unos amigos que también estaban buscando su primera Au Pair. Esta nueva familia no me gustaba tanto y me daba un poco de mal rollo, pues apenas se ponían en contacto conmigo y no hacían ningún esfuerzo por conocerme más. Al mismo tiempo, estaba hablando con otra familia que me gustaba mucho porque me ofrecían muchas más oportunidades y parecían mucho más dispuestos a conocerme y a hacerse mis amigos. Lo único malo de esta familia es que necesitaban que tuviera el carnet de conducir para llevar a los niños a todos sitios. Yo tenía el carnet de conducir español, pero desgraciadamente no podía utilizarlo por más de tres meses en Canadá, así que tendría que sacármelo de nuevo allí desde el principio, y eso requería estrés, dinero y tiempo. Además de que la idea de conducir en un país completamente diferente, en una ciudad tan grande, con mucho tráfico y mucha nieve me asustaba un poco. Por esa razón, a pesar de que me gustaba más la segunda familia, decidí quedarme con la primera, es decir, la familia que me recomendaron y que NO encontré en la página web de Au Pair World.

Con toda mi ilusión, me planté en Canadá, y llegué a la casa donde iba a ser Au Pair. El primer día, estaba esperando algún tipo de bienvenida de parte de la familia, pero todo lo que tuve fue la madre enseñándome la casa y diciéndome donde iba a dormir. Mi maleta pesaba unos 30kilos y tuve que bajarla por mi cuenta por unas escaleras diminutas hasta el sótano yo sola. Nada de ayuda. La madre me dijo que me levantara al día siguiente a las siete de la mañana y se fue a dormir, y yo ni siquiera había cenado.
La primera impresión, como podéis comprobar, no fue muy buena. 



Al día siguiente, por fin conocí a los niños y al padre. Todos iban un poco a su bola, como si yo no estuviera allí, o como si fuera normal que yo estuviera allí y estaban esperando que yo supiera actuar en una casa ajena sin haber recibido la mínima instrucción de su parte. La madre andaba un poco perdida y no sabía muy bien qué tareas "ponerme". Al final, me escribió una lista diciéndome todo lo que tenía que hacer. El último punto de la lista era "Haz la cena para las 6:30pm". 
Yo me quedé bastante sorprendida por varias razones. En primer lugar, ni siquiera me habían enseñado las cosas de la cocina, o cómo usar los utensilios, y en segundo lugar porque ellos me dijeron en la entrevista que no requerían en absoluto que yo cocinase. Lo cual era todo mentira. Además de que el dinero que me ofrecían (en negro) era una miseria para todo lo que querían que hiciera. 
En cuanto se fueron a trabajar todos, no me lo pensé dos veces. Llamé a mis amigas medio llorando y después a mi madre, recogí mis cosas y me fui. Les dejé un mensaje y no los volví a ver.

Una vez que me hube ido de esa casa, le envié un mensaje a la otra familia con la que me quería ir al principio, y le dije que si aún estaban buscando una Au Pair, podríamos quedar y conocernos. Así fue como conocí a la familiaque me hospedaría durante casi un año, en un Starbucks junto a un lago y con un café latte en la mano.

                                                                                      

La familia me encantó... pero no todo iban a ser risas en esta historia.